Creer en las hadas es un aspecto básico para que haya magia en nuestras vidas, yo creo en ellas, de hecho no es tan difícil reconocerlas y sentirnos agradecidos por sus encantos y su magia, las hadas tienen una alegría innata y la sonrisa no les cuesta, si ven que las necesitas acuden volando y si detectan algo triste en su camino, con su rastro de polvos mágicos transforman lo malo en un aprendizaje del que salen más sabías y fuertes. Con Cecilia lo supe al instante, es un hada!!! No hay mas que ver cómo brilla ella y lo que toca!
Y cómo la magia fluyo en ambos sentidos acordamos un intercambio artístico y he aquí el maravilloso trabajo hecho a mano que he recibido a cambio, personalizado para mí hijo Adrián que aprende guitarra:
Gracias Cecilia